“Cuando me preguntan qué habilidad es más relevante para afrontar la transformación digital, puedo identificar las que hacen falta ahora, pero es imposible saber cuáles serán necesarias dentro de cinco años. Todo será distinto entonces”, explica el exvicepresidente de Linkedin, Steve Cadigan.
Igual que Cadigan -uno de los mayores gurús de Internet-, diferentes expertos coindicen en señalar que cerca del 75% de las profesiones del futuro aún no han sido creadas ni se estudian todavía en las universidades. Especialmente, en el entorno digital.
Las numerosas variaciones que ha experimentado la sociedad en poco más de una década (forma de comprar, de comunicarse, de relacionarse, etc.), los modelos de negocio que se han reinventado por completo y la introducción de nuevas tecnologías en todos los ámbitos están teniendo su traducción en el mercado laboral, cada vez más cambiante.
El sector de la construcción no ha permanecido ajeno. Frente a profesiones que siguen teniendo una importancia capital, como ingeniería o arquitectura, aparecen otras de nuevo cuño. La figura más relevante, quizá, sea la de Project Manager, que se internaliza, mientras que surgen numerosas oportunidades laborales en las áreas de Innovación, Atención al Cliente, Comercial, Marketing, etc. Y eso que la transformación digital de las empresas de este ámbito apenas ha comenzado.
Las compañías constructoras e inmobiliarias se están reforzando claramente. El 52% de las empresas del sector contrataron a cinco o más personas en 2016 y el 60% incrementarán sus plantillas en 2017, según la “Guía del Mercado Laboral 2017” de la consultora Hays.
Mayor tecnificación y cambio de mentalidad
El primer gran cambio en la construcción se produjo al evolucionar los departamentos de Personal y convertirse en Recursos Humanos (Departamento de Personas y Organización en ACR Grupo).
Han pasado de ser simplemente gestores de contratos y nóminas a ser los promotores de la captación, desarrollo y fidelización del talento, formando parte de los Comités de Dirección, implantado la valoración de las competencias (liderazgo, iniciativa, orientación al cliente, autonomía, etc., según los niveles) de los empleados más allá de los simples resultados, evaluando las funciones que desarrolla cada puesto y cómo optimizarlas, etc.
La entrada fondos internacionales en el sector también ha impulsado el cambio, ya que exigen un mayor control sobre todas las operaciones y aplicar la innovación a la gestión, incrementando la productividad para obtener una mayor rentabilidad de sus inversiones.
De construir a gestionar proyectos
El sector ha mutado profundamente: ya no se trata simplemente de construir un edificio, ahora se gestionan proyectos completos. Este entorno ha generado que los perfiles hayan pasado de ser simplemente técnicos a aquellos con una visión global y multidisciplinar:
– Ingenieros y arquitectos. Siguen siendo las dos titulaciones más comunes, pero se les demandan nuevas competencias, como liderar equipos cambiantes y diversos, capacidad analítica o dotes de comunicación. El mercado les pide conocimientos avanzados de las nuevas tecnologías -software 3D, edificios inteligentes, etc.- saber cómo implementar sistemas de IoT (Internet de las Cosas, por sus siglas en inglés); dominio de las últimas técnicas y materiales para el desarrollo de construcciones sostenibles, mejorar el ahorro energético, etc.
– Project manager. Es la figura emergente más relevante en el sector, no tanto porque sea una figura nueva, como porque las empresas constructoras están comenzando a internalizar este perfil, antes instalado en compañías especializadas en este tipo de servicios. Su responsabilidad abarca desde la detección de las necesidades del cliente para diseñar cada proyecto, hasta la construcción e incluso la explotación del edificio una vez edificado. Mientras que eran perfiles muy técnicos tradicionalmente, ahora se les pide una mayor capacidad de interlocución con inversores, visión estratégica a medio plazo y una gestión más cercana.
– Jefe de Obra. Se ha convertido en gestor de construcciones. Su labor se ha convertido en la de coordinar a las distintas empresas que colaboran en los diferentes aspectos de la edificación.
En las firmas más avanzadas, también resulta trascendental el Área de Innovación. A través suyo, las empresas se aseguran la incorporación de aquellos avances que surgen, o de impulsarlos desde la propia compañía. Es el caso de ACR Grupo, que en los últimos años ha participado en proyectos europeos como Wool4Build, un aislante térmico y acústico de lana de oveja con altas prestaciones y ecológico, que compite con los usados habitualmente, de origen mineral.
Estrategias customer centric
Además, conforme las empresas de construcción e inmobiliarias desarrollan estrategias customer centric, también están evolucionando áreas como Atención al Cliente y Comercial, para actualizar la relación con los usuarios y adelantarse a la demanda. Estos departamentos incorporan perfiles que hasta hace poco eran ajenos a este negocio.
– Área de Comunicación y Marketing. Gestiona la reputación de la compañía, el intangible más valioso.
En este campo se buscan profesionales con capacidad de análisis de datos que ayuden a entender el comportamiento del cliente y que sepan llegar hasta él de la manera más eficaz: medios de comunicación, nuevos canales, que conozca el funcionamiento de los social media, posicionamiento en buscadores, conocimientos en SEO y SEM, etc.
También cobra cada vez más importancia el uso de Big Data y otras nuevas tecnologías, para rentabilizar las inversiones en marketing.
– Área Comercial. Se ocupa de mejorar la experiencia del cliente en todo el ciclo de compra de la vivienda, tanto físicamente como de manera online. Esto incluye el diseño de nuevas formas de contacto, así como tener la capacidad de conocer las necesidades de los clientes, adelantándose a las tendencias.
Este es uno de los departamentos en donde más se nota la profesionalización, en tanto que el comprador es muy diferente al de hace años: cambios en el perfil (edad, condiciones económicas, nivel de exigencia y de información, etc.); y que el entorno también se ha vuelto más competitivo.
El sector demanda de manera destacada gestores de carteras de activos, muy especialmente para el área residencial, y un perfil más senior.
– Área Financiera. Se refuerza este departamento para asumir internamente labores que antes se delegaban en las entidades de crédito, y optimizar al máximo los recursos. Muchas compañías están apostando por contar con capital propio y el apoyo de inversores, lo que requiere tanto gestores como personas que se ocupen de buscar financiación. Por eso, el analista de Inversores es uno de los perfiles más buscados dentro del ámbito Construcción/ Inmobiliario. También en este caso se precisa de personas con experiencia.
Eso también implica que sean capaces de entender el negocio, buscando aumentar el ROI (retorno de la inversión, por sus siglas en inglés).
Reforzar el employer branding
Este cambio de modelo y de perfiles lleva, como está ocurriendo en otras actividades económicas, a que muchas empresas se lacen a la búsqueda de trabajadores que cumplan con esos nuevos requisitos del mercado, provocando en algunos casos que haya dificultades en muchos casos para cubrir los puestos que necesitan.
En paralelo, las compañías tienen que invertir en su employer branding, para resultar atractivas de cara a sus empleados actuales y futuros, siendo capaces de retener el talento. El 66% de los trabajadores en España está buscando un nuevo empleo de forma activa, y uno de los sectores en los que más movilidad existe es en de la construcción. Eso quiere decir que muchos estarán rastreando una empresa que les motive más, en la que puedan crecer profesionalmente o donde logren una mejor retribución económica, aunque este último factor cada vez tiene menos peso en la toma de una decisión.
Pero sólo las compañías que logren atraer al talento y evitar su fuga resultarán competitivas de manera sostenible en el tiempo. Especialmente, en lo relacionado con las nuevas profesiones, en donde ese talento es aún más escaso.